"SI QUERÉS LLORAR, LLORÁ"
A seis dólares la hora de lágrimas, el bar para llorones es un éxito.
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¿Quién dijo que llorar no es de hombre? Mentira. El llanto no sólo
es unisex, sino que incluso hay gente que llega a pagar para que la
dejen llorar en paz. Y el precio que pagan no es muy barato que digamos.
Esta noticia que se origina en China, y si, usted se imagina a un
argentino "pagando" para que lo dejen llorar????, bue la cosa es que
un hombre de negocios y yo diría, de buenos negocios del país asiático
tuvo una idea revolucionaria que, según dicen, es todo un éxito.
Nosotros acá, tenemos a la "pionera", a la Moria, que con su "SI QUERÉS
LLORAR, LLORÁ", lástima que a Moria nadie la avivó para poner un bar
para tales fines... o, en una de esas la avivaron que acá no le iba a
ir muy bien... bueno en fín, negocios son negocios.
El tipo abrió un bar donde los clientes pueden llorar con tranquilidad
al precio de 50 yuan la hora, lo que sería equivalente a 18 pesos
argentinos. El nombre le queda justo: "Cry Bar" (para los que no
manejan mucho el inglés sería "llorar bar"). A pesar de que en
apariencia se trata de un bar como cualquier otro, con un par de
mesas, un sofá y nada del otro mundo,
Entre sus particularidades, se ofrecen pañuelos de papel para que
los clientes puedan secar sus lágrimas, música bastante triste e
incluso, cebollas, gotas de mentol y pimienta roja para aquellos
que no logran desahogarse y estallar en lágrimas para expulsar
parte de la tensión diaria. Cosas que en Argentina no harían tanta
falta, considerando los gases lacrimógenos de la polícia cuando quiere
dispersar una banda de "travestis", o el humo de las gomas quemadas
por los "piqueteros".
Bueno, y si justo y por esas casualidades, en ese día no hay ningún
disturbio, basta con leer los titulares de los principales diarios,
y si digo los titulares, porque donde uno empieze a ahondar en las
noticias, corre el riesgo de deprimirse aún mas.
La idea del "MORIO" chino, y su nombre de pila Luo Jun,
quien cuando dirigía una agencia matrimonial descubrió que muchos
de sus clientes tenían un inmenso deseo de llorar pero no podían
encontrar el momento, ni el lugar adecuados. Ahora el hombre vive
gracias a un ejército de bebedores deprimidos que aprovechan cada
vez que pueden y se van un rato a ahogar sus penas en una jarra de
cerveza bien fría.
Sebastián
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¿Quién dijo que llorar no es de hombre? Mentira. El llanto no sólo
es unisex, sino que incluso hay gente que llega a pagar para que la
dejen llorar en paz. Y el precio que pagan no es muy barato que digamos.
Esta noticia que se origina en China, y si, usted se imagina a un
argentino "pagando" para que lo dejen llorar????, bue la cosa es que
un hombre de negocios y yo diría, de buenos negocios del país asiático
tuvo una idea revolucionaria que, según dicen, es todo un éxito.
Nosotros acá, tenemos a la "pionera", a la Moria, que con su "SI QUERÉS
LLORAR, LLORÁ", lástima que a Moria nadie la avivó para poner un bar
para tales fines... o, en una de esas la avivaron que acá no le iba a
ir muy bien... bueno en fín, negocios son negocios.
El tipo abrió un bar donde los clientes pueden llorar con tranquilidad
al precio de 50 yuan la hora, lo que sería equivalente a 18 pesos
argentinos. El nombre le queda justo: "Cry Bar" (para los que no
manejan mucho el inglés sería "llorar bar"). A pesar de que en
apariencia se trata de un bar como cualquier otro, con un par de
mesas, un sofá y nada del otro mundo,
Entre sus particularidades, se ofrecen pañuelos de papel para que
los clientes puedan secar sus lágrimas, música bastante triste e
incluso, cebollas, gotas de mentol y pimienta roja para aquellos
que no logran desahogarse y estallar en lágrimas para expulsar
parte de la tensión diaria. Cosas que en Argentina no harían tanta
falta, considerando los gases lacrimógenos de la polícia cuando quiere
dispersar una banda de "travestis", o el humo de las gomas quemadas
por los "piqueteros".
Bueno, y si justo y por esas casualidades, en ese día no hay ningún
disturbio, basta con leer los titulares de los principales diarios,
y si digo los titulares, porque donde uno empieze a ahondar en las
noticias, corre el riesgo de deprimirse aún mas.
La idea del "MORIO" chino, y su nombre de pila Luo Jun,
quien cuando dirigía una agencia matrimonial descubrió que muchos
de sus clientes tenían un inmenso deseo de llorar pero no podían
encontrar el momento, ni el lugar adecuados. Ahora el hombre vive
gracias a un ejército de bebedores deprimidos que aprovechan cada
vez que pueden y se van un rato a ahogar sus penas en una jarra de
cerveza bien fría.
Sebastián
1 comentario
Carlos Sangarruzo -
Seguí Así!!!!
Charly